El sábado fuimos de boda, a la última de este año, después de seis, y para acabar con la turné esta ha sido "movidilla", mas cosas ya no me han podido pasar.
Empezaré desde el principio, me levanté muy temprano para poder preparar los trajes, varios equipos para los niños, bolsa de aseo, bocadillos para la merienda, etc... todo esto era porque la boda era fuera, concretamente en un pueblo de Albacete, y nos íbamos en autobús todos los familiares del novio salíamos de mi pueblo. El autobús partía a las 2 del mediodía, se tardaba como tres horas en llegar allí, casi todos decidimos ir con ropa cómoda en el autobús y cambiarnos allí.
Esa mañana antes de ir a trabajar, porque los sábados también me toca currar, fui a la peluquería, pero no lo acerté porque al salir hacia un chiribiri y se me hizo un pelo... parecía como si fuera en casco, sin comentarios. Intenté cerrar a la 1, para que me diera tiempo de recoger a Javi y los niños e ir al autobús, allí colgamos los trajes y nos pusimos cómodos para el viajecito, que al ser mediodía los niños hicieron una buena siesta.
La lluvia nos acompañó durante casi todo el viaje, paramos en un restaurante de carretera a pocos kilómetros de nuestro lugar de destino , para ponernos "de boda", fue un caos, nos dejaron una especie de salón vacío para que las mujeres nos cambiáramos, casi todos los hombres venían ya preparados de casa. Imaginaros los niños por allí corriendo, mi madre, mis hermanas, mis tías , mis primas y yo con los trajes, las medias, los zapatos , que si déjame estos pendientes, que ya se me ha echo una carrera, llegué a ponerme tres pares de medias y en el último decidí llevar las carreras incluidas. Todo en menos de media hora, porque el autobús salía.
Llegamos al pueblo de la novia, hacia un frío invernal, mi traje era de tirantes con la espalda al aire y un simple chal. En la iglesia se estaba mejor, pero mi hija Nuria empezó que le dolía el oído y al tocarla noté que tenia fiebre, nos salimos en busca de una farmacia, pero solo había una y no estaba de guardia, unas chicas de allí al vernos , nos ofrecieron Dalsy (ibuprofeno), nos cayó del cielo, ya que le alivió bastante. Al salir teníamos que ir a una ermita, allí es costumbre, y estaba al otro lado del pueblo, a mi me dejaron una chaqueta, o me quedaba de estatua de hielo. Al llegar allí me dí cuenta que había perdido el chal y de vuelta a la iglesia , menos mal que lo encontré. Y subimos , por fin de nuevo al autobús para ir al banquete.
Era en Albacete capital, el conductor ni nadie de los que íbamos en el , sabia donde era exactamente así que otra aventura hasta llegar a una calle muy transitada, donde nos dijeron bajad ya!, corriendo fuimos al restaurante , porque empezaba de nuevo a llover, así que todo mi arsenal de ropa para los niños se quedó en el autobús.
Allí había un aperitivo, mientras esperábamos a los novios, en unos segundos Hugo salió a ver unos perros y se metió en un charco y se apoyo con las manos, los puños de la camisa y los pies se los hizo chorreando, y mientras le limpiaba como podía, me dí cuenta que también se había meado, oh no! y toda la ropa de recambio en el autobús, del cual me dijeron que estaba aparcado a tres kilómetros y los conductores venían en taxi. Pero como?, bueno fui al aseo con la esperanza de encontrar un secador de manos y apañar el asunto , pero no había. Nos dijeron que había un Corte Inglés cerca , Javi y yo nos fuimos corriendo antes de que cerraran, eran las 9:45, en el trayecto me resbalé estaba todo mojado y con mis sandalias de taconazo, fue inevitable, con la mala suerte de romperme el vestido. Después del desastre nos dijeron que en ese Corte Inglés no había ropa de niño. Volvimos al restaurante donde mi madre me apaño el vestido como pudo y una chica que tenia otro niño me dejó un pantalón dos tallas mas grande que él , pero lo arreglamos. Solo sentarnos el camarero sin querer le tiró el vaso de agua a Nuria encima, respiré hondo y se lo arregle con una servilleta por debajo para que no se lo notara tan mojado.
Cenamos, mas o menos con normalidad, mi cara se iba relajando, aunque mi pelo seguía a su aire. Los niños se lo pasaron muy bien, y os dejo un vídeo de Hugo que fue el rey de la pista. Al pasar tantas cosas al final te lo tomas con humor o te amargas, así que optamos por lo primero.
A la hora de volver un poco de caos, ya que la gente mayor se quería ir pronto y la joven tarde, a mi ya me daba igual. Al final a las 3:30 salimos, llovía sin piedad, mientras el autobús lograba llegar al restaurante se hicieron las 4, y a mi casa no llegamos hasta las 7.
Y boda contada, ya esta acabada.