Parece que el verano llega a su fin, llevamos una semana sin parar de llover y la temperatura sigue bajando, empezaremos a ponernos mas calentitos por la noche y a sacar la ropa de invierno. Este verano ha sido muy corto, llegó tarde y se va muy pronto.
Necesito un fin de semana, para reorganizar el armario, subir al trastero la ropa de verano y bajar la de invierno, que ganitas tengo de tener la casa y que ¡todo! este en el armario, sin cambios. Y digo lo de necesitar, porque llevamos un mes y lo que nos queda de octubre sin parar, entre bodas con su correspondientes despedidas, comidas y visitas a amigos, no paramos en casa, vamos que como dice el dicho; si cae el tejado, no nos cae encima.
Mi hija el otro día en casa de unos amigos, cuando nos íbamos se lo decimos y nos contesta que aun no nos podíamos ir porque era de día, ella relaciona que hasta que no es de noche no nos vamos a casa. ¿Que estamos haciendo? a ver si pasa esta temporada y hacemos una vida social menos intensa.
Mi idea era hablar de la lluvia, pero me he desviado de tema,y por eso he elegido esta canción que tanto me gusta y de paso se la dedico a mi maridín, que se lo merece por aguantar estoicamente mis trequemanejes. Menos mal que me casé con otro culo inquieto.
2 comentarios:
Ay! Un armario con toda-todita la ropa es el sueño de cualquiera! Qué suertuda tú que lo vas a tener!
Un besazo y que llueva, que llueva, la vigen de la cueva...
Nür
Menos mal que desde que hiciemos el vestidor lo tengo todo sacado...biennnn porque es un engorro....
animo y besotes
Teresa
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